jueves, 26 de junio de 2008

1986 - Manilla Road - The Deluge


Si hablamos de la famosa expansión del heavy metal con el nacimiento de la década de los 80s no tardamos en pensar en la NWOBHM, pero al otro lado del Atlántico se vivió una situación parecida y en poco tiempo aparecieron numerosas bandas que llevaban el estandarte del heavy más puro, en el sentido británico, para adaptarlo el carácter americano.

La diferencia evidente es que esta generación de US Metal se vio tapada en breve en lo mediático por otra que optaba por la vía del Hard Rock, y en el underground metalero por la del emergente Thrash Metal, con lo que hoy día es vista –salvo en triunfales casos como el de Manowar- como un nido de olvidadas bandas de culto del heavy metal más auténtico y añejo.

Como pasó con la NWOBHM, dentro de esta camada de grupos encontramos variedad de propuestas, y mientras que unos se dedicaron a seguir el heavy rock más “british” y clásico, eco de sus mencionados contemporáneos británicos (Lizzy Borden, Malice, The Rods, los primeros Savatage...), otras potenciaron la propuesta afilando las guitarras y/o acelerando los tempos (Vicious Rumors, Omen, Jag Panzer, Obsession, Armored Saint...) y unas terceras añadieron la épica a su registro (Manowar, Virgin Steele, Cirith Ungol, Warlord...)

En este último grupo deberíamos poner a Manilla Road, dándoles además el estatus de pioneros en este terreno –y en general, en toda esta US Metal- por el hecho de haber sido fundados en la segunda mitad de los 70s, llevar publicando LPs desde el mismo 1980 y hacerlo desde el principio con unos postulados muy claros (esos ya tan manidos pueriles de sangre y gloria al metal) que desde entonces han quedado para la posterioridad como señas de este tipo de metal, y adoptados por muchos otros que incluso han sabido explotarlo mucho más en las ventas.

“Crystal Logic” (1983) fue ya su tercer disco (tras unos significativos “Invasion” -1980- y “Metal” -1982-) y para muchos su primer gran clásico, e inició un periodo especialmente inspirado en el que, a pesar de los cambios de formación que siempre lideró el guitarrista/vocalista Mark “The Shark” Shelton, dieron origen a reconocidas joyas como “Open The Gates” (1985), “The Deluge” (1986) o “Mystification” (1987), cerrándose su etapa de gloria con el directo “Roadkill” de 1988.

Para aquel entonces, Shelton empezaba a pasarse –creo que sin tanto acierto como en estos terrenos- al thrash y en discos como “Mystification” esta influencia es ya más que evidente.
En “The Deluge” esta nueva línea puede quedar sólo como un apunte, así que podríamos calificarlo de “disco de transición” entre su etapa más épica y melódica y la de finales de los 80s, pero en todo caso puede que sea en este disco donde se consigue un conjunto más apabullante.

Esa, “apabullante”, sería la palabra con la que describiría su sonido. Manilla Road y su “The Deluge” son la apuesta más comprometida por el heavy metal afilado y potente, de enormemente recargado trabajo guitarrero (e incluso también de la sección rítmica) y de clara orientación hacia la épica más heroica.
Añadamos una voz muy personal (y un tanto difícil hasta acostumbrarse) que le da un aire totalmente reconocible y una producción muy de la época, hoy día enormemente mejorable pero que acaba de dar el punto añejo, y tenemos un disco clave del metal americano de los 80s.

Así pues, a quien las hechicerías y las sangrantes batallas legendarias que inundan lo más “true” le produzcan urticarias que se abstenga de seguir.
Al que, sin embargo, estos conceptos pongan a cien que ponga ya esto a todo volumen y se prepare para empuñar su espada.
Para el resto, el track list:

1. "Dementia" - 3:09
El impagable clásico que abre el disco, perfecto resumen del sonido de Manilla Road. Buenos riffs, batería apabullando y una sobredosis de heroismo a medio tiempo

2. "Shadows in the Black" - 5:22
Un inicio tranquilo para un tema que acaba por desbordarse en un torbellino guitarrero digno de mención

3. "Divine Victim" - 3:09
Un dinámico tema relacionable con el sonido de los Iron Maiden más acelerados, que rápidamente engancha a base de ritmos cabalgados y melodías de batalla

4. "Hammer of the Witches" - 2:41
Otro medio tiempo, ahora de orientación más oscura

5. "Morbid Tabernacle" - 1:53
Un interludio de órgano de iglesia que nos pone en situación para lo que viene

6. "Isle of the Dead" - 2:53
Seguimos con el punto oscuro para otro tema notable que sigue demostrando el enorme repertorio de riffs del Sr. Shelton

7. "Taken by Storm" - 3:19
Uno de los temas más potentes del disco, para no dejar que caiga la intensidad...

8. "The Deluge" - 8:13
...hasta llegar al que puede que el cúlmen. El tema que da nombre al disco es, como no podía ser de otra manera, la máxima expresión de sus planteamientos. Volvemos a por un sonido similar al de la inicial "Dementia" para avasallar con un despliegue tremendo de riffs (mucha atención a esto en este tema), solos acelerados, interludios acústicos y épica hasta reventar que casi deja a los Manowar como unos "no convertidos" a la causa.

9. "Friction in Mass" - 6:27
Aceleramos llegando al final con el tema más veloz del disco, guitarrero a más no poder...

10. "Rest in Pieces" - 1:51
...si no fuera porque engancha con un cierre instrumental que básicamente es un solo doblado de guitarras a toda pastilla a modo de demostración de su convicción en su género.

En resumen, un disco de otra época, a rescatar por los nuevos amantes del heavy metal.

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