sábado, 28 de junio de 2008

1989 - Mötley Crüe - Dr. Feelgood


Quinto disco de estudio de la popular formación americana, Dr. Feelgood es una de las mayores cimas del hard/heavy rock de los 80s a nivel de repercusión, éxito de ventas y reconocimiento, tanto de sus contemporáneos como en la posterioridad, siendo citado como referencia –como toda la trayectoria del grupo en aquella década- por casi cualquier banda que a partir de entonces se haya movido en los terrenos del sleazy o el hard ‘n heavy.

Muchos grupos de rock duro han sufrido las críticas más encarnizadas al obtener éxitos comerciales masivos si éstos han venido acompañados de cambios en su sonido. Sin embargo, para muchos de los seguidores del grupo es éste el mejor de sus discos, aunque represente la confirmación definitiva de que su sonido hard rock comercial y, aquí ya, ultraproducido, había dejado muy atrás el más heavy y afilado de sus dos primeros trabajos.

Esto es seguramente debido a que, más allá de la evolución musical, durante toda la década el grupo supo conservar una fortísima personalidad y unas señas de identidad que los hacían reconocibles tanto en aquellos trallazos heavys de los primeros años como en los exitosos temas que bombardearon televisión y radio en la segunda mitad de los 80s.

De cualquier manera, éste y los trabajos anteriores resultan a estas alturas prácticamente imprescindibles para entender esa época del rock duro, y sitúan a Mötley Crüe como una de las formaciones más grandes y con mayor capacidad de arrastrar a las masas en toda la historia del género.

Dr. Feelgood fue además el último álbum –si obviamos el recopilatorio, con algunos temas nuevos, que lo seguiría- en el que vimos a la formación original y clásica, antes de la ruptura que los llevaría a caer comercialmente en los 90s y que, a pesar de la reunión, marcaría el fin de sus años gloriosos.

Y es que Vince Neil, Mike Mars, Nikki Sixx y Tommy Lee no son sólo una de las alineaciones más carismáticas que haya dado el mundo del rock duro en todos sus años, sino que cada uno de ellos por separado era en su época dorada una megaestrella del rock capaz de generar expectación allí donde se mezclara, ya sea proyecto musical o asunto social.

En 1989, Vince Neil o Nikki Sixx encarnaban la fiesta, la diversión y el rock’n roll, y eran el modelo a seguir, el amigo o el hermano mayor que todos los chicos de entonces hubieran querido tener. No eran, ni fueron nunca, unos grandes virtuosos con los instrumentos, ni Vince tuvo nunca una gran voz, pero supieron impregnar sus composiciones de un estilo único e inmediatamente identificable, una fuerza y una garra fuera de lo común, y un aire divertido y macarra que contagiaba a la primera.


Habían llegado a finales de los 80s arrastrando la polémica por sus contínuas andadas con el alcohol y las drogas, salpicadas por múltiples disturbios y hasta por sucesos tan trágicos como la muerte de “Razzle” (batería de los Hanoi Rocks) en un accidente de tráfico "post-fiesta" del coche que conducía un ebrio Vince Neil.
Pero para la preparación de este disco por fin se decidieron a poner freno a sus vidas y se proclamaron totalmente “limpios” y ambiciosos de afrontar “en buen estado” todo el proceso de creación de la obra.

El esfuerzo no vino sólo por esa parte, sino que hubo cambios en la producción y Bob Rock pasó a encargarse de ellos, echando el resto en un trabajo carísimo (600.000 dólares de la época sólo en el estudio) que mereció la pena y remodeló el sonido Crüe hasta hacerlo un bloque denso y repleto de detalles. Éste fue también el disco cumbre de Bob Rock, que ganó con esto el suficiente estatus para coger poco tiempo después a Metallica e intentar hacer lo mismo (en ese otro caso, quizá, con una mayor división de opiniones entre los seguidores), dando lugar a su también famoso disco homónimo.

Todo este tinglado respondía al afán de colocar por fin un LP de los Mötley Crue en el número 1 de ventas, asunto que ya traía cola porque el éxito de sus singles y de sus multitudinarios directos parecía no corresponderse con la falta de este "honor". Y hay que sumar a que a esas alturas otras bandas que habían ido apareciendo a su sombra, años más tarde que ellos y reconociéndolos como sus maestros, lo habían ya conseguido.

Pero al fin, prueba superada: número 1 del Billboard en este mismo 1989, más de siete millones de copias vendidas sólo en los USA, y hasta cinco singles copando las primeras posiciones en las listas de sencillos entre 1989 y 1990. Y de propina, un gran reconocimiento por parte de la crítica, que colocó tanto al LP como a varios de sus temas entre los mejores de la década.

Aquí lo tenemos:

1. "T.N.T. (Terror 'N Tinseltown)" - 0:42
Una intro instrumental para "Dr. Feelgood" que muestra las intenciones de que éste sea un trabajo cuidado y rico en detalles.

2. "Dr. Feelgood" - (Mick Mars, Nikki Sixx; letras por N. Sixx) - 4:50
Primer single del disco, número 6 del Billboard Hot 100, y un divertido y arrollador corte dominado por uno de esos riffs tan personales y vacilones de Mike Mars. A la vez afilado y accesible, un clásico de su repertorio.



3. "Slice Of Your Pie" - (Sixx, Mars; letras por N.Sixx) - 4:32
Un hard rock algo más “standard” y a medio tiempo que puede recordar más a unos Aerosmith –no en vano  participa S.Tyler- y al que la producción da gran empaque y potencia.

4. "Rattlesnake Shake" - (Mars, Sixx, Vince Neil, Tommy Lee; letras por N. Sixx) - 3:40
Probablemente el tema más reconocido del disco de los que no salieron como single, el más “extraño” a su discografía por el punto especial que le dan los llamativos arreglos de viento, y el sucesor en sonido de la fantástica “Dancing On Glass” de su anterior disco “Girls, Girls, Girls”.

5. "Kickstart My Heart" - (Sixx; letras por N.Sixx) - 4:48
Hoy día es uno de los temas más famosos de Mötley Crüe. De nuevo el tema de las drogas inundando las letras (basadas en una anécdota personal de Sixx) y esta vez un ritmo de batería bastante particular, pero tan acelerado y contagioso que se lleva por delante a cualquiera a base de rock’n roll. Segundo single del disco, número 18 en las listas de 1989.



6. "Without You" - (Sixx, Mars; letras por N.Sixx) - 4:29
El tercer single, número 8 del Billboard en 1990, es una de las dos baladas del disco. Si bien quizá no tenga toda la carga emotiva de anteriores canciones del grupo como “Home Sweet Home” (“Theater Of Pain”) o “You’re All I Need” (Girls, Girls, Girls), entra poco a poco hasta quedarse en la memoria, y el cambio que adorna su estructura hacia el final la levanta hasta lo más alto.



7. "Same Ol' Situation (S.O.S.)" - (Lee, Sixx, Neil, Mars; letras por N.Sixx) - 4:12
Un rock’n roll de compás ultramarcado en la tradición de otros temas suyos como “Smoking In The Boys Room” (aunque aquel fuera una versión) o “Girls, Girls, Girls”, y aunque a alguien ya le pudiera parecer más de lo mismo es ideal para cualquier fiesta rockera. Fue el quinto y último single del disco, entrando de nuevo en el Top 100.

8. "Sticky Sweet" - (Mars, Sixx; letras por N.Sixx) - 3:52
Volvemos al Hard Rock de corte más clásico con otro tema en el que también puede verse un punto Aerosmith (ojo, también colabora S.Tyler), y en el que luce un estribillo de lo más sleazy, casi funky.

9. "She Goes Down" - (Mars, Sixx; letras por N.Sixx) - 4:37
Otro Hard Rock, aquí de gusto más dinámico y accesible, y otro estribillo que permanece en la cabeza fácilmente.

10. "Don't Go Away Mad (Just Go Away)" - (Sixx, Mars; letras por N.Sixx) - 4:40
El cuarto single que faltaba es un tema muy “Crüe”, con entrada que presagia balada, centro hardrockero y final desbordado, recordando otros clásicos como aquel lejano “On Whith The Show” de su primer álbum. Otra de las habituales en su repertorio –y son unas cuantas ya de este disco- y número 19 del Billboard de singles en su momento.



11. "Time For Change" - (Sixx, Donna McDaniel; letras por N.Sixx) - 4:45
Y cierre con otra balada, menos eléctrica que “Without You”, pero de immediata accesibilidad y bonito trabajo de guitarra, que hubiera sido otro perfecto single y que con su “Tiempo Para El Cambio” presagiaba lo que estaría por venir: el final de la época dorada del hard/heavy rock, la ruptura de su formación con la polémica expulsión de Vince Neil y aquellos discos de los 90s que se fueron alejando de este sonido.

Acabo diciendo que este trabajo, cuidado, magnífico, y todo un prodigio de actitud, fue remasterizado hace unos años con la inclusión de las demos de algunos temas, algo que permite ver los tremendos cambios a los que se sometió a algunas canciones durante la producción. Una compra más que recomendada a cualquiera que guste del buen hard n heavy.

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